
La vida en velero: la historia de Dominikus
Dominikus nació en Austria y motivado por videos de YouTube, comenzó a navegar por todos los océanos del mundo desde 2015. Fue así como se decidió a dar un giro de 360º a su vida profesional y se dirigió a Alemania para sacarse el título de patrón pertinente para cumplir su sueño de navegar alrededor del mundo. Por motivos personales, aún no ha conseguido dar la vuelta al mundo aunque tiene pendiente llevar su objetivo a cabo. No obstante, ha realizado travesías transatlánticas para llegar al Caribe. Desde entonces se ha dedicado a navegar a vela por aguas europeas.
En esta entrevista nos habla de la preparación de su próxima gran aventura, de su travesía por el Atlántico y de su vida a bordo con su pareja y su perro Adolph.

¿Puedes hablarnos de tu travesía por el Atlántico?
Mi travesía transatlántica comenzó con una larga fase de preparación. Pasé el verano entero trabajando en mi velero. También había mucho que organizar en términos de papeles, visas y vacunas para mi perro, sin los cuales no habríamos podido entrar a ciertas islas del Caribe.
Cuando ya tenía todo listo, mi perro y yo navegamos desde Caorle en Italia hasta Croacia. Después fuimos a Montenegro y bajamos a la bota. Cruzamos la carretera de Messina a Trapani y finalmente fuimos a Cerdeña, Menorca y Mallorca. Desde las Islas Baleares navegamos por el sur de España hasta Gibraltar.
De allí pasamos a Madeira, Porto Santo y Tenerife. Fue en las Islas Canarias donde conocí a mi actual pareja española. Poco más tarde me dirigí a El Hierro y de ahí fui directamente al otro lado del Atlántico, camino a Martinica.
Cuando llegué a Martinica tuve que hacer algunas reparaciones importantes en mi barco. Tras terminar con los ajustes de mi velero, me dediqué a explorar Granada, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, así como San Martín, todo esto antes de volver a Portugal por las Azores.
Ruta de Dominikus:

¿Cómo es cruzar el Atlántico en velero con un perro?
Tanto yo como el perro nos acostumbramos rápidamente a la vida a bordo. Estaba contento de tener al perro a mi lado, ya que viajaba mucho tiempo solo en mis viajes. Y aunque navegar a vela con un perro requiere un poco más de trabajo debido a los cuidados que necesita, fue genial tenerle como compañía.
A día de hoy y tras mi vuelta a Europa, sigo viviendo a bordo con mi perro y ahora también con mi novia. Es más, durante el verano solemos navegar por las Islas Baleares y hasta el momento siempre hemos tenido una tripulación muy agradable a bordo. Especialmente a los niños les encanta jugar con el perro durante sus vacaciones.



¿Qué es lo que más te gusta de tu vida en el mar?
Lo que más me gusta de vivir en un barco es la libertad. No estoy atado a un solo lugar, descubro nuevos rincones cada día de mi vida y además me da la oportunidad de conocer a gente maravillosa por el camino.
Aún así, es inevitable imponerse una rutina diaria a bordo. Por la mañana nos levantamos, tomamos una taza de café y damos una vuelta con el perro. Después compruebo la meteorología y preparo el itinerario del día.
El almuerzo se sirve a bordo y a veces por la noche hacemos una barbacoa al borde de una hermosa bahía. Al final del día voy a pasear con mi perro, por eso siempre trato de fondear en lugares que me permitan moverme con el perro, es decir, lugares con mucha naturaleza y playas libres.
Lo que más me gusta de la vela es el aislamiento y la tranquilidad. Sin recepción de teléfono móvil e Internet, eso para mí es sagrado, es la oportunidad perfecta para desconectar.
Sólo puedo aconsejar a todos los que nunca han estado a bordo que lo prueben, que miren las cosas de forma relajada, que no fuercen nada, que disfruten de la paz y que no tengan miedo.



Navegar a vela con Dominikus
Viajar con Dominikus supone vivir una experiencia plena de integración con la naturaleza, un viaje donde reina la paz y la tranquilidad. Sus viajes son perfectos especialmente para familias, ya que a los niños les encanta jugar con el perrito, mientras los padres pueden relajarse. Cada uno podrá experimenta los días a su manera.
Dominikus pasa el invierno en las Islas Canarias o en el Caribe. Si te gustaría acompañarle en alguno de sus viajes, estate atento(a) a sus próximas travesías haciendo clic en el siguiente enlace.